La ausencia masiva de multinacionales, la cercanía geográfica, el gusto por los productos españoles y la especialización son algunas de las claves para hacer negocios en Sudáfrica, Ghana, Costa de Marfil, Senegal o Nigeria.

Los países del África Occidental  y Oriental suponen una interesante oportunidad de negocio para las pymes españolas si saben aprovechar dos factores de éxito: la especialización, ante la ausencia masiva de grandes multinacionales; y la cercanía, tanto en lo que se refiera a la proximidad geográficapor los gastos de transporte, como en el trato personal con la nueva generación de jóvenes emprendedores africanos.

La inversión extranjera directa ha crecido a un ritmo compuesto del 20% desde 2007 y según Banque Lazard Afrique, África representa el 4% de la riqueza mundial, pero en 2030 subirá al 7%, y al 12% en 2050. El auge de una nueva clase media de empresarios, el interés por el producto de calidad español y europeo y los costes más asequibles de los productos y servicios españoles ponen a África en el punto de mira de las pymes españolas.

La jornada “Factores claves de éxito para entrar en los mercados de África Occidental, Oriental y Sudáfrica”, organizada por Gedeth Network, firma española especializada en la internacionalización de negocios, en colaboración con la Asociación de Empresas del Metal de Madrid (AECIM), y la participación de Zurcom e Inafrica Strategy, analizó las oportunidades de negocio en países como Sudáfrica, Costa de Marfil, Ghana, Nigeria, Kenia o Senegal.

“Las pymes españolas miran a Europa y Latinoamérica como mercados naturales de crecimiento, sin embargo, cada vez más empresas están apostando por los países africanos donde su expertise es muy valorado y el producto cuenta con una muy buena reputación gracias a las experiencias positivas de empresas españolas ya establecidas allí… lo que convierten a los países del África Occidental y Oriental en destinos a tener muy presentes para la internacionalización”, apuntaba Juan Millán, socio director de Gedeth Network.

La estabilidad política, las políticas para favorecer la entrada de capital extranjero, el gusto por lo español, el acceso a un mercado potencial de 400 millones de consumidores y el crecimiento económico sostenible de unos países que siguen escalando puestos en el ranking Doing Business del Banco Mundial los hacen muy atractivos para las empresas españolas.

 

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