Ya no funciona el trabajo departamental, hay que conectar todo el conocimiento y crear «redes neuronales» dentro de las empresas. Ese es uno de los consejos que ayer lanzaron los expertos en la inauguración de «Saturdays AI», un programa de formación en inteligencia artificial impulsado en Asturias por LA NUEVA ESPAÑA y que contará durante 14 sábados con la asistencia de 27 alumnos. Durante la primera sesión, celebrada en el espacio de innovación de GAM, los especialistas recomendaron a las compañías «abrirse» para «buscar el talento allí donde esté» y mantener «relaciones flexibles» con startup -firmas emergentes- y plataformas freelance para innovar.

El concepto de inteligencia artificial (la inteligencia llevada a cabo por las máquinas) está hoy «muy inflado», según advirtió el economista José Luis Flórez, en el sentido de que se utiliza para todo. Antes de implantar esa inteligencia, Flórez aseguró que es «importante» que las empresas dispongan de «exploradores», porque en la mayoría de los casos están «perdidas» en el mundo tecnológico. «Lo primero que hay que hacer es un autodiagnóstico; es decir, saber qué capacidades tenemos y qué nos hace falta. Y el segundo paso es entender lo que estamos haciendo y comprobar si lo hacemos bien», explicó Flórez, que es todo un referente en el sector: dirige la estrategia de inteligencia artificial de la multinacional Indra, preside Dive (una empresa de visión artificial con proyectos en todo el mundo que empezó con el cine y ahora trabaja en seguridad, control de tráfico y mantenimiento predictivo) y lidera la Fundación Ethia para garantizar que los «algoritmos no conculquen los valores éticos».

Casi idénticas palabras utilizó Manuel Cedrón, que es analista de sistemas en Capsa Food, para ahondar en la inteligencia artificial. «Los empresarios escuchan ‘machine learning’, ‘blockchain’… Y preguntan: ‘¿Qué aplico?’ Yo siempre digo que se olviden de todo eso. Hay que buscar dónde tienes los problemas y utilizar las herramientas que te ayuden a solucionarlos», explicó. Cedrón señaló que la base de la inteligencia de las máquinas es «compartir el conocimiento» y que no se debe utilizar la tecnología para ahorrar costes, sino «para generar riqueza». Y además, añadió, «todos podemos aportar, no solo a nivel empresa, sino social».

En este sentido, el responsable de innovación de EDP, Luis Manuel Santos, dijo que hay que «perder el miedo» a que solo los informáticos hacen inteligencia artificial; un mensaje que caló en la casi treintena de asistentes. Uno de ellos, Esteban Gutiérrez, que se dedica al tratamiento de datos en Liberbank, indicó que «hoy en día no hay una sola carrera universitaria que te permita desarrollar la inteligencia artificial, sino que nace fruto de la combinación de varias». Lo mismo expresó Alicia Álvarez, de la consultora Treelogic, quien afirmó que empresas «de todos los sectores» están «muy abiertas» a la inteligencia artificial. En ello tiene algo que puntualizar el ponente José Luis Flórez, que alertó que el sector de la consultoría hace el trabajo «igual que hace 20 o 30 años» y que «si no se reconvierte, se cae».

La mayoría de los participantes de esta primera edición de «Saturdays AI» (se cubrieron 27 de las 30 plazas ofertadas) fueron profesionales de diferentes compañías. No obstante hubo también estudiantes de la Universidad de Oviedo, como Daniel García y Jorge Blanco, que cursan el máster en Ingeniería de Automatización e Informática Industrial. «Esta rama nos interesa mucho y el curso nos viene bien para recibir información adicional», dijeron. Sobre el miedo de muchos trabajadores a perder su trabajo por el auge de las máquinas, los profesionales, como Mario Trapiello y Javier Millán, de Merkle Divisadero, dicen que «surgirán nuevos puestos, más cualificados, y desaparecerán otros». Habrá en todas las empresas una reconversión. «Las máquinas al fin y al cabo son una creación nuestra», remató Santiago Castro, de Táctica TIC.

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