Las pequeñas y medianas empresas optan a captar, como mínimo, diez millones de euros en subvenciones para modernizar sus negocios

El Gobierno nacional –a través del organismo Red.es– ha abierto el plazo para que las compañías tecnológicas puedan ofrecer sus servicios para ayudar a las pymes a digitalizar su actividad con cargo a la lluvia de los nuevos fondos europeos de reactivación económica. El programa ha suscitado un enorme interés entre las TIC asturianas, tanto que en los primeros días decenas de compañías han solicitado ser lo que se conoce como “agentes digitalizadores”, para proveer y asesorar a pequeñas empresas en su transformación tecnológica dentro del programa de subvenciones bautizado como el “kit digital”. “Las cifras cambian cada día, cada vez hay más compañías que solicitan formar parte de ese listado”, señala Enrique Jaímez, director general del Clúster TIC en Asturias, la asociación que engloba a las empresas del sector. Y pronostica que “las subvenciones van a volar”. Los cálculos indican que las pymes asturianas puedan captar unos diez millones de euros para su digitalización.
Las ayudas son cuantiosas y las primeras –habrá diferentes tramos– comenzarán a repartirse en febrero. Para ese mes está previsto que se distribuyan 500 millones repartidos en bonos de 12.000 euros, dirigidos a digitalizar la actividad de compañías más medianas que pequeñas, de entre 10 y 50 trabajadores. Antes de que el dinero comience a repartirse, las tecnológicas tienen que estar inscritas y homologadas por el Ejecutivo central para hacer trabajos como crear páginas webs, gestionar redes sociales, hacer facturas electrónicas o tener soluciones para hacer frente a los ciberdelincuentes.
La categoría dónde más TIC asturianas ofertan ya sus servicios es la de “gestión de procesos” –hay ya 21 en esa lista que han pedido ser agentes del cambio–, cuyo objetivo es el de digitalizar o automatizar alguna parte del negocio de la pyme que muestre interés.
Jaímez aboga por hacer bueno el dicho de que la unión hace la fuerza. Apuesta por que las pymes asturianas que soliciten estas ayudas para digitalizarse confíen el proceso a firmas tecnológicas de la región. Y llama a las pequeñas empresas a estar muy atentas a las subvenciones que van a repartirse por estricto orden de solicitud, con lo que los tapones en cuanto se abran las primeras líneas pueden ser grandes. “Asturias no puede perder este tren de la competitividad, tiene que
lograr digitalizarse para no quedar se atrás”, asegura Enrique Jaímez.
El sistema de funcionamiento de este bono es curioso. Red.es publicará en unos días el listado de empresas tecnológicas que, finalmente, hayan logrado la homologación. Pasarán entonces a formar parte de un catálogo en el que se especificará en qué soluciones estarán especializados. Luego, las pymes interesadas en digitalizarse podrán ir seleccionando de esta especie de carta el socio tecnológico que más les apetezca. Posteriormente, los bonos –las ayudas– irán desde los 2.000 a los 12.000 euros, en función del tamaño de la compañía y del proceso de digitalización que pretenda emprender. Las subvenciones más cortas irán para que los negocios puedan tener una nueva página web o iniciarse en el comercio electrónico. Las más cuantiosas irán dirigidas a establecer una oficina virtual que permita, por ejemplo, una interacción más fluida y digital entre los trabajadores de una empresa y también con los clientes; o para tener un almacén en la nube, entre otros servicios. Hay 14 compañías tecnológicas asturianas que han solicitado ser habilitadas como agentes digitalizadores para prestar este servicio. El más goloso por la cuantía económica.
Para poder ofrecer sus servicios, las tecnológicas también tienen que cumplir una serie de requisitos, con el fin de garantizar la profesionalidad de los trabajos. Por ejemplo, el Gobierno establece que deben tener un mínimo de facturación durante los dos últimos años, asegurar que no se encuentran en una situación
de crisis, estar al corriente de sus obligaciones con Hacienda y con la Seguridad Social y disponer de domicilio fiscal dentro de la Unión Europea.

Puede leer la noticia completa en La Nueva España (21-01-2022) pinchando abajo

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